Hay gente que deja una huella no por el tiempo que permanece en un lugar, sino por lo que dedica y aporta a una tierra a pesar de no haber nacido en ella. En esta tesitura podríamos encajar a nuestro protagonista, un técnico sevillano que pasó por el Fausto Vicent y logró uno de los, hasta el pasado domingo, hitos más grandes del Club Baloncesto Jairis: ascender a Liga Femenina Endesa.

Manuel Luis Suárez Marín (Tomares, Sevilla, 1994), más conocido como "Ricky", ya tiene bagaje a sus espaldas a pesar de su corta edad. A sus 31 años ha conocido el baloncesto holandés, irlandés (donde actualmente entrena al Scott Lakers Killarney) y, por supuesto, en nuestro país. Acaba de finalizar la temporada en la Men's Division One de Irlanda (segunda categoría nacional), donde cedió en los play-offs por el título ante Ulster University (70-66), equipo de Belfast (Irlanda del Norte).

De hecho, hablando del hito conseguido por el Hozono Global Jairis al alzar la Copa de la Reina, nos comenta que estaba viendo el partido ante Spar Girona en el trayecto a Belfast pero que, al cruzar la frontera, la emisión se cortó minutos antes de la prórroga: "Fue un carrusel de emociones", afirma un Ricky que vivió como un alcantarillero más la victoria de las de Bernat Canut en Zaragoza: "Antes de comenzar con las respuestas me gustaría mandar mi más sincera enhorabuena a toda la familia del CB Jairis por el histórico título de Copa de la Reina".

El técnico sevillano comenzó su idilio con el baloncesto en su sevillana natal, como jugador desde los 14 a los 25 años en el Club Natación Sevilla. A los 19 ya empezó a ver el baloncesto al otro lado de la línea, desde el banquillo. Estuvo varios años en el CB Fresas antes de llegar a la cantera del Real Betis Baloncesto, donde estuvo cuatro temporadas compaginando su trabajo en el conjunto bético junto equipos de Nacional Femenina en el Círculo Mercantil y Club Náutico. Su primera experiencia lejos de Sevilla acabaría siendo la Región de Murcia, más concretamente el Club Baloncesto Jairis. Dos años en nuestra tierra antes de regresar a la ciudad hispalense, donde se hizo cargo del conjunto del Eiffage CB Ciudad de Dos Hermanas en Liga EBA antes de emprender rumbo a Holanda y, por último, a Irlanda.

Adaptación a Irlanda

Poco tiempo fuera de nuestro país pero a Ricky no le ha supuesto un problema de adaptación: "Por momentos la única diferencia real que he notado ha sido la hora y el idioma. El clima es muy diferente, sobre todo para alguien del sur, aunque no lo llevo mal. La gente es muy amable, siempre tienen una sonrisa, un "How are you?" o un "Thank you" en la boca y eso es de agradecer. La calidad de vida es muy buena, especialmente en Killarney, que es donde estoy viviendo", afirma el entrenador de los Lakers de Killarney.

Una vida en un país nuevo donde aprovecha el día al máximo, tanto con el baloncesto como fuera de él: "Las mañanas suelo aprovecharlas para preparar entrenamientos y partidos, y también para desconectar y pasear por el parque natural, donde las vistas a los lagos y la presencia de ciervos me siguen sorprendiendo y fascinando a partes iguales. Por las tardes suelo ir al pabellón a echar una mano con los entrenamientos de cantera, además de los días que entrenamos con el primer equipo. Algunas mañanas trabajo en una cafetería para sacar un dinero extra y seguir practicando el inglés en otro ámbito".

Volviendo al basket, Ricky nos define el baloncesto local como "alocado" y "donde los ataques suelen imponerse a las defensas": "Lo definiría como un baloncesto de mucho ritmo, alocado en ciertas ocasiones, con posesiones cortas y donde el ataque se suele imponer a las defensas. La mayor sorpresa es la cantidad de grandes parciales que se producen durante los partidos, donde una ventaja de 12-14 puntos se puede ver esfumada en cuestión de pocos minutos", afirma el técnico andaluz.

¿Qué es más fácil, ser jugador o entrenador?

Quienes han pasado por ambos lados de la pista suelen coincidir en la respuesta a "¿qué es más fácil, ser entrenador o jugador?"; en el caso de Ricky también hay unanimidad: "Sin duda alguna, jugador. Pero lo difícil de ser jugador es tener ese talento ya sea técnico, táctico y/o físico, y poder utilizarlo de la manera correcta para jugar bien. El trabajo del entrenador es muy complejo aunque con buenos/as jugadores/as todo es más fácil. Por ponerte un ejemplo, un equipo lo suelen formar 12 jugadores/as y 1 entrenador más su staff, pero solo hay que ver que cuando la cosa va mal, al primero que suelen echar es al entrenador".

Momento del baloncesto sevillano

Le preguntamos por el baloncesto de su tierra, donde destaca un Real Betis Baloncesto con uno de los presupuestos más altos de la Primera FEB junto a Naturavia CB Morón, y un proyecto nuevo en Segunda FEB: el Caja87: "A pesar de no tener equipo en ACB, creo que el baloncesto sevillano goza de muy buena salud actualmente. En Primera FEB tenemos a Betis, que dispone de una gran plantilla y luchará por subir, y a Morón, que consiguió un ascenso histórico la temporada pasada. En Segunda FEB tenemos el proyecto del Caja 87, que viene para quedarse tras un inicio difícil y con un apoyo social muy grande, algo fundamental".

Ricky sigue de cerca el baloncesto sevillano a pesar de estar a miles de kilómetros de casa: "Además, el fin de semana pasado se confirmó que CB Coria será primer clasificado del Grupo DB de Tercera FEB y luchará por ascender, por lo que aprovecho estas líneas para felicitarlo y desearle mucha suerte, en especial a dos grandes amigos como Jesús Navarro y Andrés Tejada. A nivel de cantera los resultados están siendo buenos en los últimos años y ojalá que el baloncesto femenino siga creciendo con proyectos como el de CBS, que jugará la fase de ascenso a Liga Challenge".

Paso por la Región de Murcia: un Hozono Global Jairis que acabaría siendo campeón de la Copa de la Reina

Su última experiencia en baloncesto femenino español, más allá de ser técnico del equipo de la Universidad de Sevilla, fue el Hozono Global Jairis. Una experiencia compleja por la pandemia que finalizó con su salida del equipo tras el ascenso: "Fue duro, sobre todo después de haber conseguido el ascenso a Liga Endesa: el momento de euforia se vio eclipsado cuando semanas después me comunicaron que no contaban conmigo dentro del staff. Fueron dos años de mucho trabajo, muchos viajes, muchas personas que me ayudaron: Andrés, Víctor, Alfonso, Perico, Elena, Manolo, Kevin, Jordi, Salva, Miguel, María, Franky, Pedro, Natalia... En definitiva, dos años de mucho crecimiento personal y profesional en los que intenté dar lo mejor de mí por ayudar al club", sentencia el entrenador de Tomares.

De su etapa en nuestra Región, además de lo deportivo, se lleva las personas que conoció durante esos dos años: "Fueron dos años increíbles con altibajos, pero donde lo positivo ganó por goleada: el día a día, los entrenamientos, los viajes, los partidos, los tests COVID, los post-partidos... Disfruté mucho gracias a Víctor (Verdú), Alfonso (Ruiz) o Franky (García) además de David 'el matahombres', el único superviviente en la plantilla actual de aquellos años, y María. Y, como no, gracias a las jugadoras que consiguieron llegar a la fase de ascenso de Leganés en el primer año y el ascenso a Liga Endesa en el segundo. Muchas de ellas como Laura, Ester, Rut..., al igual que Víctor y Alfonso, habían estado en épocas menos mediáticas aún y fueron clave en todo lo que se consiguió. La vida son etapas y me siento afortunado y agradecido de haber vivido aquella".

Lo que es innegable es que el nombre de Manuel Luis Suárez está en la historia del club decano del baloncesto regional. Un equipo que, hace apenas un par de días, levantó en Zaragoza su primera Copa de la Reina: "El título lo viví con mucha sorpresa, sobre todo el primer partido contra Valencia Basket. Y con mucha alegría por el hito histórico que han conseguido. El partido de Girona me pilló viajando hasta Irlanda del Norte para jugar y en la frontera se me cortó, coincidiendo con los últimos minutos previos a la prórroga por lo que fue un carrusel de emociones. Y la final del domingo fue una pasada, sobre todo el tercer cuarto y esos últimos minutos donde consiguieron mantener la presión de un equipazo como Avenida para llevarse el título".

Planes de futuro

Cuando uno hace camino y abandona su tierra, al final lo que más añora acaba siendo a su entorno. No es diferente en el caso de Ricky: "Sinceramente, lo que más echo de menos es a mi familia y amigos. Y respecto al baloncesto, si te dijera que he llegado a echar de menos hasta a los árbitros... (bromea). Sin duda alguna se echa de menos. El baloncesto español es actualmente uno de los más reconocidos a nivel mundial por sus competiciones, jugadores y entrenadores, y gracias a eso personas como yo podemos tener oportunidades fuera. Hay que valorar lo que hay en España y a la misma vez ser positivos por todo lo que vivimos y experimentamos fuera de nuestras fronteras sin caer en comparaciones odiosas", afirma el coach sevillano.

Por último, le preguntamos por sus planes de futuro a corto plazo: "Estoy muy contento en Killarney y, cuando acabe la temporada, habrá que valorar con el club si podemos seguir trabajando juntos de cara a la temporada que viene. Como te he comentado en la respuesta anterior, también me gustaría volver a entrenar en España. Por ahora, a seguir trabajando y a estar preparado para lo que venga. ¡Muchas gracias por la entrevista y enhorabuena de nuevo al CB Jairis!".